El huevo es un alimento rico en vitaminas y minerales esenciales para el cuerpo. Incluirlo en una dieta equilibrada no solo contribuye a reducir el riesgo de varias enfermedades, sino que también favorece una recuperación más eficiente después de una enfermedad. 

Este alimento contiene dos carotenoides clave, luteína y zeaxantina, que protegen la mácula del ojo, ayudando a prevenir su degeneración y el desarrollo de cataratas. Además, los huevos son una excelente fuente de colina, un nutriente esencial para la memoria en todas las etapas de la vida, desde el desarrollo fetal hasta la vejezn poseen ácidos grasos omega-3 y omega-6, que benefician la salud visual y mental. En diversos estudios, participantes de diferentes edades y condiciones (niños, adultos, personas en regímenes de pérdida de peso, prediabéticos, diabéticos, entre otros) consumieron entre 2 y 3 huevos diarios durante un mes.  Aunque hubo un incremento en los niveles de LDL (colesterol malo) y HDL (colesterol bueno), el equilibrio entre ambos mantuvo el riesgo cardiovascular sin cambios. 

Estudios epidemiológicos han confirmado que el consumo de huevos no está asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. De hecho, consumir un huevo semanal como aquellos que lo hacen a diario presentan el mismo riesgo de desarrollar estas patologías. 

Por ello, en países como India, Corea, Australia, Canadá y gran parte de Europa, no se establece un límite específico para el consumo de colesterol en las dietas. Incluso, las guías dietéticas del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) han eliminado las restricciones sobre la ingesta de colesterol. 

Si has dejado de incluir tu alimentación, ¡es momento de reconsiderarlo!